Cada 29 de junio, la Iglesia celebra el Día del Mártir Cristiano, que conmemora el testimonio y sacrificio de los cristianos perseguidos a lo largo de la historia, con especial énfasis en el apóstol San Pablo, quien, según la tradición, fue martirizado en Roma en esta fecha. La jornada coincide con la solemnidad de San Pedro y San Pablo, pilares fundamentales de nuestra fe.

Ambos apóstoles murieron martirizados durante la persecución de Nerón en el siglo I. San Pedro fue crucificado en el Vaticano, y San Pablo, ciudadano romano, fue decapitado fuera de los muros de la ciudad. Por eso, esta celebración tiene un profundo sentido espiritual y eclesial: recuerda a todos los creyentes la importancia de mantener firme la fe, incluso en contextos de hostilidad o violencia.

En Chile, la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile) ha convocado para este año un Domingo de Oración por los Cristianos Perseguidos, que se celebrará el mismo 29 de junio. Esta iniciativa, respaldada por la Conferencia Episcopal de Chile, busca crear conciencia sobre la situación de millones de cristianos que hoy sufren persecución, discriminación y violencia en diversas partes del mundo.

Según el más reciente informe de ACN, más de 200 millones de cristianos viven actualmente en países donde no se respeta la libertad religiosa.

Durante esta jornada, en diversas parroquias y comunidades del país se vivirán momentos especiales de oración, junto con la distribución de materiales litúrgicos: rosarios, meditaciones y guías de oración, para acompañar espiritualmente a quienes padecen por su fe.

¡Unámonos en oración con quienes hoy sufren por Cristo!