Muy queridos hermanos y hermanas en el Señor,

Con el Domingo de Ramos que conmemora la Entrada Triunfal de Jesús en la Ciudad Santa de Jerusalén, comienza la Semana Santa. La Semana Mayor como se llamaba antes de la Reforma Litúrgica del Concilio vaticano II.

En esta semana conmemoraremos los distintos momentos en los que el Señor fue dando los pasos hasta llegar a su Pasión, Muerte y Resurrección.

El Jueves Santo asistiremos a la Última Cena del Señor con sus Apóstoles, donde les lavó los pies como signo de su servicio e invitándonos a todos a ser servidores unos de otros en el mandamiento del amor. También instituyó la Sagrada Eucaristía y el Ministerio ordenado del sacerdocio en su Iglesia, hasta que vuelva. Es el día del amor fraterno.

El Viernes Santo de la Pasión del Señor recorreremos las estaciones del Vía Crucis y celebraremos su Pasión y Muerte en la Liturgia de la Palabra y en la Adoración de la Santa Cruz. Podremos unirnos a Él en la Comunión que se recibe ese día.

Habrá retiro espiritual la mañana del Viernes Santo y del Sábado Santo para reflexionar acerca de la muerte del Señor y de mi propia muerte.

Finalmente, el Sábado Santo de la sepultura del Señor es día de reposo y de profundo silencio ante la ausencia del Esposo que duerme.

En la tarde, ya noche, celebraremos la solemne Vigilia Pascual. En palabras de San Agustín, la madre de todas las vigilias.

El Domingo de Gloria, de la Resurrección del Señor, cantaremos la solemne Secuencia Pascual para celebrar nuestra feliz Resurrección cada día que nace.

Les deseo a todos una fructífera y fervorosa Semana Santa.

Los bendice, su párroco,

Juan Debesa Castro, Pbro.