"Unidos en Cristo para Evangelizar"
02 de Octubre de 2025
Conoce al Papa León XIII
 



Su mayor legado fue la encíclica Rerum Novarum, defendiendo la dignidad del trabajador y la justicia en las relaciones sociales.

Queridas hermanas y hermanos en el Señor,

Después de haber reflexionado sobre diversos temas de la vida espiritual y acerca del origen del Te Deum en nuestra Patria, retomo la vida de los Papas León y así terminar este ciclo con el Papa León XIII (1878-1903).

Joaquín Vicente Pecci de Carpineto, romano, era de familia noble, elegido en un cónclave que duró treinta y seis horas y en el que participaron sesenta de los sesenta y cuatro cardenales que conformaban el Sagrado Colegio Cardenalicio.

Diplomático casi toda su vida, llegó al pontificado bastante mayor, pues había nacido en 1810.

El mayor problema que el Papa encontraba era en Italia. Siguió la orientación de Pío IX (1846-1878) e impidió a los católicos laicos participar en la vida política, algo que era difícil de entender para los patriotas católicos de la península itálica.

El Papa temía que los católicos italianos no pudieran formar un partido confesional, como el que existía en Alemania, que había defendido a la Iglesia en la confrontación del Kulturkampf (la guerra de los cultos) en la época del canciller Otto von Bismarck (1815-1898), que duró de 1871 a 1878. El Kulturkampf de Bismarck fue un conflicto político y cultural entre el canciller alemán y la Iglesia Católica en el Imperio Alemán. Bismarck buscaba reducir la influencia de la Iglesia y aumentar el control del Estado sobre la sociedad, especialmente en la educación y en los asuntos civiles, mediante leyes que establecían la supremacía estatal. Sin embargo, este intento de disminuir el poder católico resultó contraproducente, ya que fortaleció al partido católico y a la Iglesia en su conjunto, llevando finalmente a Bismarck a modificar sus políticas.

Humberto I (1878-1900), nuevo rey de Italia, falto del apoyo pontificio, aglutinó en contra del Papado a todas las fuerzas hostiles al catolicismo, lo que llevó a pensar al Papa en alejarse de Roma y exiliarse en Trento, que pertenecía a Austria, pero no lo hizo.

La llegada del cardenal Mariano Rampolla del Tíndaro (1843-1913), como Secretario de Estado de León XIII, originó una tregua con el gobierno del Quirinal.

León XIII tenía un profundo amor por las Iglesias orientales. Así, escribió al Zar de Rusia una encíclica sobre San Cirilo y Metodio. Restableció la jerarquía eclesiástica en Bosnia y Herzegovina. Concluyó el cisma armenio. Gran devoto de la Virgen, publicó una encíclica sobre el Rosario e incluyó la advocación Madre del Buen Consejo en las letanías lauretanas.

En el año 1885 hizo de árbitro en la contienda hispano-germana sobre las islas Carolinas, cubriéndose de gloria y respeto por la ecuanimidad que mostró.

Pero por lo que León XIII es más conocido es por haber puesto los cimientos de la moderna doctrina social de la Iglesia, con su encíclica Rerum Novarum (acerca de las cosas nuevas) de 1891. Con ello se acogían los trabajos anteriores de los círculos de estudios sociales que ya existían.

El Papa, con su encíclica, abogaba por un orden social cristiano, donde el obrero y el patrón eran iguales por ser hijos de Dios. Recordaba que los obreros debían tener una vida espiritual, por encima de las necesidades del trabajo y de la lucha política.

Además, criticaba indirectamente al protestantismo y al calvinismo, que habían causado el capitalismo moderno, que es severamente descrito, pues se opone el Papa a la explotación del hombre por el hombre.

En Francia, se llegó a una política abiertamente anticatólica y a la separación entre el Estado y la Iglesia en 1904.

En América Latina, las Iglesias hubieron de sufrir persecuciones a causa de la confrontación entre el Estado liberal patronatista (el Patronato fue la injerencia del Estado en los asuntos eclesiásticos durante los siglos XVI a XIX) y la aspiración de las Iglesias a mantener sus derechos y privilegios, que les venían del pasado periodo colonial.

León XIII, con la encíclica Aeterni Patris de agosto de 1879, reitera que la filosofía debe someterse a la teología y recomienda vivamente la teología de Santo Tomás de Aquino, y que la fe no se opone a la ciencia.

Escribió a casi todos los episcopados recordando la primacía de la fe y poniéndolos en resguardo acerca de los errores del mundo moderno, como también recordó a los gobernantes los fundamentos del sistema cristiano y los deberes cívico-cristianos.

En 1892 escribió Quarto Abeunte Saeculo, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América, hecho que considera portentoso y providencial.

Durante su pontificado se celebró en Roma, a fines del siglo, el primer Concilio Plenario de los Obispos de América Latina, redescubriendo en ellos el cuidado y la responsabilidad de todo el continente. Aparecía un sentimiento de colegialidad y Europa empezaba a ver la importancia de estas Iglesias.

Del Papa León XIII podría decirse que fue el primer Papa del siglo XX, o mejor dicho, con él comienza el siglo, al menos en el plano de las preocupaciones sociales.

Se acababa el siglo XIX, con su estilo Belle Époque, dando paso a la tragedia que cubriría a Europa y al resto del mundo: 1914, el inicio de la Primera Guerra Mundial, y de alguna manera el comienzo del siglo XX en su dimensión más brutal, hará que todas las formas de vida se transformen a causa de las espantosas consecuencias económicas, sociales y morales.

El Papa León XIII falleció en Roma el 20 de julio de 1903, a los noventa y tres años.


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