Queridas hermanas y hermanos en el Señor,

El próximo fin de semana, el sábado 25 de octubre, peregrinaremos como comunidad al Templo Jubilar de Nuestra Señora del Rosario, en la Zona Cordillera.

La peregrinación expresa un elemento fundamental de todo acontecimiento jubilar. Ponerse en camino es un gesto típico de quienes buscan el sentido de la vida, el cual consiste en tener clara conciencia de que estamos de paso en este mundo y de que vamos en camino hacia la casa del Padre para el encuentro definitivo con Él. “La vida es una mala noche en una mala posada”, decía Santa Teresa de Jesús de Ávila.

La peregrinación a pie favorece mucho el redescubrimiento del valor del silencio, del esfuerzo, de lo esencial.

Las Iglesias Jubilares pueden ser oasis de espiritualidad en los cuales revitalizar la fe y beber de los manantiales de la esperanza.

La oración común, el encuentro mutuo entre los miembros de una comunidad parroquial y la celebración de los misterios de la fe —la escucha en común de la Palabra y la celebración eucarística— traerán abundantes frutos de paz, reconciliación y esperanza renovada para todos.

Abramos de par en par la Puerta Santa de nuestro corazón, para que el Señor nos inunde y nos renueve con su gracia salvadora.

Los bendice su párroco,
Juan Debesa Castro