"Unidos en Cristo para Evangelizar"
19 de Junio de 2023
San Francisco de Asís a los 800 años de su invitación
 


Dentro de las múltiples efemérides que presenta en la larga vida de la Iglesia Católica, este año se cumplen ochocientos años de la aprobación de la regla de vida dada por Francisco de Asís para los Hermanos Menores, orden misionera nacida en la Edad Media y que conocemos como “Los Franciscanos”.

La regla original fue escrita el 1221, pero la versión final fue aprobada el 29 de noviembre de 1223. 

Francisco de Asís es uno de los santos más populares de la Iglesia Católica. Su mensaje no pierde vigencia, como acontece siempre a todo lo que está fundado e inspirado en el Evangelio.

 
Al escribir la Regla, este Santo no pretendía legar a sus seguidores conceptos teóricos o propuestas intelectuales de alta complejidad. Su propósito era exhortar a vivir radicalmente el mensaje del Evangelio, a través del descubrimiento de la pobreza cristiana. 


La invitación de Francisco de Asís ha llegado a miles de cristianos, que han descubierto en ese camino, dentro de los varios existentes en la Iglesia, una forma de vivir la radicalidad a que nos invita el cristianismo.


En el caso nuestro, la Orden franciscana llegó a Chile en el año 1553. Su primer convento en Santiago data en ese mismo año. Luego vendría el de Concepción, en 1554 y así sucesivamente. Su trabajo misionero ha sido fecundo durante siglos.


La llamada a vivir la pobreza cristiana sigue siendo la misma que hace mil años, aunque las condiciones materiales en que nos desenvolvemos sean diferentes. El desarrollo, incluso para los más pobres, ha llevado a superar las penurias en que se vivía cotidianamente en la Edad Media.  


San Francisco de Asís sigue siendo una figura original y excepcional. Como se sabe, nació dentro de una familia acomodada. Fue un joven con los anhelos propios de los de su época, hasta que fue descubriendo el carisma que Dios le había preparado. Su docilidad espiritual le permitió oír al crucifijo de San Damián que le susurraba: “Francisco, ve y reconstruye mi casa, que se desmorona. Al principio entendió esa llamada como un encargo arquitectónico material, hasta que oyendo el Evangelio se dio cuenta de lo que Dios efectivamente le pedía era no poseer nada y predicar el Evangelio.

 
Poco después de iniciar su misión, Francisco ganó para su causa a Clara, en torno a la que se fundaría la segunda orden de San Francisco. 


Sería un error pensar que la actividad de San Francisco es equiparable a lo que hacen hoy algunas ONG o iniciativas de asistencia material para los más desvalidos, que generosamente alivian a muchos de su padecimiento material. Por el contrario, la llamada a considerar la pobreza cristiana es un camino ascético para anunciar el Evangelio, que va de la mano de la oración y la mortificación.


El desarrollo material que hoy beneficia a muchos no es algo criticable en sí mismo, sino todo lo contrario.

El problema que surge en las sociedades de consumo -como la nuestra- es el mismo que tuvo que dilucidar Francisco y que pasa por responder en nuestro fuero íntimo por el sentido de la riqueza ¿Es un medio o es un fin? ¿Me hace perder la paz el afán de tener cosas materiales?


No se puede dudar que el materialismo consumista es causa de esclavitud y perdida de libertad cuando se instala en nuestro corazón la codicia o la ambición. El desorden por tener y acumular cosas puede terminar por deshumanizar a cualquiera. 


En palabras contenidas en la regla dada hace ocho siglos por San Francisco, esto se expresa así: “Manda el Señor en el Evangelio: Eviten con gran cuidado toda clase de codicias y malicia; y además: Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazones por las preocupaciones de la vida” (Nº 67, primera regla).

 

Crodegango






Dirección: Avenida Vitacura #7401, Comuna de Vitacura Teléfonos: (+56 2) 2242 2401   Mail: parroquia@loscastanos.cl